La Casa del Destilador

Desde que se tiene memoria, el nombre Meyer se asocia a la destilación de la fruta del valle de Villé. En el pequeño pueblo de Hohwarth, en Alsacia, la empresa se ha desarrollado con el objetivo de producir aguardientes de alta calidad.

En 1958, Fridolin Meyer lanzó sus primeros productos en el Val de Villé.
Pero muy pronto la calidad de los aguardientes de frutas traspasó estas fronteras y los productos pronto se encontraron en las grandes mesas francesas y alemanas. Durante mucho tiempo, Alemania fue uno de los primeros clientes de la destilería, aunque es uno de los mercados más competitivos en cuanto a destilerías, lo que demuestra la calidad de los productos. 

En 1976, la segunda generación, en la persona de Jean-Claude Meyer, llegó para ayudar con la creciente demanda.

Juntos, padre e hijo trabajaron en la elaboración de aguardientes de frutas de la mayor calidad posible, hasta convertirse en la destilería más premiada de Francia en el Concours Général Agricole de París, con más de 206 medallas hasta la fecha, la gran mayoría de oro.